Mamotreto
- Nos ha quedado riquísima la tortilla de anchoas y gambas, con esta forma de explicar las recetas es sencillísmo que salgan bien.
- Hasta el libro de recetas es fácil de usar, está encuadernado con un canutillo para pasar las páginas con facilidad, todo lo contrario de un mamotreto.
- Que es exactamente lo que es este blog, un armatoste de palabras que vamos ordenando una vez al mes.
- Bueno Elisenda, aún no lo hemos hecho.
- Te tengo que confesar algo Rubén, sí lo hemos hecho, construí un armadijo en el que caíste inocentemente, lo siento.
- ¿Me tendiste una trampa?, no lo recuerdo, ¿cómo?
- A ver de donde pensabas que sacaba el arsenal de palabras para la entrada del día uno de este mes.
- Ya me parecía a mí que el artículo de Spielberg se alargaba demasiado, pues no te entiendo ni torta Elisenda, deberías haberme convencido en lugar de engañarme.
- Pero es que no me gusta llevarte la contraria, de veras que lo siento mucho.
- Quiero una compensación, así que hoy escojo yo la visita, iremos al Museo Naval.
- ¿Pero no estuvimos la otra vez que vinimos a Cartagena?
- Sí, pero lo han cambiado de sitio y quiero ir a verlo.
- Que todas las deudas que tenga que pagar sean como esta, Rubén. Por mí, perfecto.
Palabra del día:
mamotreto
Del lat. tardío mammothreptus, y este del gr. μαμμόθρεπτος mammóthreptos; literalmente 'criado por su abuela', y de ahí 'gordinflón, abultado', por la creencia popular de que las abuelas crían niños gordos.
1. m. armatoste (‖ objeto grande).
2. m. coloq. Libro o legajo muy abultado, principalmente cuando es irregular y deforme.
3. m. desus. Libro o cuaderno en que se apuntan las cosas que se han de tener presentes, para ordenarlas después.
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