Esperpento

- No me siento en casa hasta que no pasamos por delante del Oso Verde, es mi particular espejo cóncavo que me devuelve a nuestra distorsionada realidad.

- Es un esperpento. Grotesco, estrafalario, extravagante, de mal gusto.

- Imagino un gigante oso Kodiak, alzado sobre sus patas traseras, desafiante, con toda la dignidad y la fortaleza imprescindibles para la supervivencia. Imbatible, regio. Y la realidad me devuelve a un oso de plástico de color verde chillón, en posición de firmes, como un osito de gominola que puedes machacar entre los dientes, dulce, blando. ¿Cual es la realidad?

- Ambas y ninguna.

- El majestuoso Kodiak se mira en el oso verde, esa es la imagen que le devuelve el espejo, una caricatura que lo degrada, lo infantiliza, consume toda su grandeza, lo ridiculiza. Lo transforma en una versión buenista de sí mismo, sin ningún atributo que recuerde lo que es capaz de hacer para sobrevivir, sin nada que lo haga diferente de otros osos de gominola de brillantes colores, todos iguales, todos en fila, esclavos de un único diseño.

- Necesitamos un descanso del viaje, es evidente.

- Pero no podemos parar, ya lo dijo el amigo Churchill y lo corrobora el sentido común, si estás atravesando un infierno, no te pares, sigue caminando.

- Pero vigila el rumbo, no vaya a ser que camines hacia el interior.

- No sé qué haría sin ti, Rubén.

- Para empezar, tendrías que conducir tú el coche.

- No te quejes, que te encanta conducir.

Palabra del día:
esperpento
De or. inc.
1. m. Persona, cosa o situación grotescas o estrafalarias. Estás hecho un esperpento con esa chaqueta de tu padre.
2. m. Concepción literaria creada por Ramón M.ª del Valle-Inclán hacia 1920, en la que se deforma la realidad acentuando sus rasgos grotescos.
3. m. Obra literaria acorde con el esperpento.
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