Leonina
- Creo que es la primera vez que te veo con gorro.
- Y no me lo pienso quitar, al menos, no hasta que lleguemos a casa.
- ¿Qué ha pasado?
- Pues que se ha producido una confluencia de energías perturbadoras del equilibrio del Chi en el universo, o algo parecido, y ha decidido manifestarse en mi pelo.
- No será para tanto.
Elisenda miró alrededor, la cafetería estaba casi vacía y no vió a nadie conocido.
- Allá voy, dijo quitándose el gorro.
Su habitual melena salvaje y leonina había quedado reducida a la mínima expresión.
El pelo que antes le cubría hasta la mitad de la espalda, apenas le rozaba los hombros y alrededor de su cabeza se arremolinaban algunos mechones que recordaban lo que antes era una extensa mata de pelo uniforme.
Rubén no pudo evitar una cara de sorpresa, que pasó instantáneamente a una contenida sonrisa.
- Ni se te ocurra reírte, dijo Elisenda.
- Lo siento, es que estás realmente cambiada.
- Pues sí, no sé que le ha pasado a mi peluquera.
- Sabes que no me fijo mucho en esas cosas, pero, caray, es que...
- Sí, he ido a cortarme las puntas en el peor día, de la peor semana, del peor año, de la peor década de la vida de mi peluquera, que apenas llega a los veinticinco.
- Te ha faltado en la peor hora...
- Parezco un caniche.
- Pero aún así sigues estando guapa.
- Son los ojos con los que me miras, porque el camarero se está riendo, dijo Elisenda, calándose el gorro hasta las cejas.
Palabra del día:
leonino1, na
Del lat. leonīnus.
1. adj. Perteneciente o relativo al león.
2. adj. Dicho especialmente de una condición o de un contrato: Ventajoso para una sola de las partes.
3. adj. Arg. y Ur. Dicho de una persona: Nacida bajo el signo zodiacal de Leo. U. t. c. s.
4. f. Especie de lepra en que la piel toma el aspecto de la del león.
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